29 de diciembre de 2012

Mi particular visita familiar a Cartagena.

Comprobado!
La jornada familiar en Cartagena ha sido un éxito!!

Los niños llevaban una semana pensando en la excursión de hoy. No sabían a dónde íbamos, ...era una sorpresa. En varias ocasiones preguntaron si el lugar era tal o cual, pero ni se imaginaban la aventura que iban a vivir este sábado de diciembre.
Anoche, al ir a dormir, ya esperaban nerviosos la mañana como si fuera el día de Reyes. Quizá por eso no ha hecho falta insistirles mucho a la hora de levantarse. Rápidamente se han ocupado de estar listos para ir a donde fuera que les lleváramos, con la promesa de que durante el viaje les contaría parte de la historia.
Porque hoy han conocido ¡mucha historia!
 
Mis peques tienen la suerte de tener a su tía viviendo en Roma y eso les ha dado la ventaja de poder visitarla a ella... y a la ciudad eterna. Además son devoradores de cuentos e historias, de datos y conocimiento (como cualquier niño). Quizá por eso no les costó nada asimilar toda la información que descubrieron en el Museo della Civiltà Romana durante nuestra última visita a la ciudad.
 


Si vais con niños a Roma, es uno de los mejores museos que podéis visitar. Allí descubrirán (y vosotros también) mediante maquetas y objetos, la fundación de Roma y el alcance del Imperio que llegó.... hasta Cartagena, por ejemplo.
El episodio de la fundación de la ciudad, de su conquista por los romanos y de la importancia que tuvo desde entonces en el Mediterráneo, os lo narra Santiago Posteguillo en su trilogía sobre el General Scipión de forma brillante.
 
 
Un resumen, más o menos, es la historia que mis peques han escuchado mientras el coche recorría el camino hacia nuestro destino: los romanos que salieron del puerto de Ostia (lugar que ellos también conocen), llegaron hasta Tarraco y recorrieron el Mediterráneo hacia el sur para conquistar Quart Hadast.
Ese lugar era nuestro destino de hoy. "Quart Hadast" quiere decir "La ciudad nueva", porque les recordaba al lugar de donde eran originarios: Carthago. Por eso la historia también la ha nombrado como Carthago Nova. ¿Os suena? ¿Adivináis ya hacia dónde nos dirigimos?... "Yo he oído un lugar que se llama Cartagena". ¡Bingo! a ese lugar, estamos llegando.
 
Cartagena es una ciudad que merece ser paseada. Así que nada más entrar, hemos dejado el coche y callejeando hemos llegado hasta La Casa de la Fortuna.
 

Pisar piedras que hace tantos años otras gentes pusieron ahí, es todo un acontecimiento. Las historias, dejan de ser cuentos para convertirse en algo que pasó. Los personajes vuelven a la vida en el recuerdo, y ese legado nos llega para que seamos capaces de conservarlo y transmitirlo a las siguientes generaciones.
 
 
Jugar a "ser romanos" en los lugares que ellos construyeron y habitaron, es la mejor manera de aprender historia.
 
 
Volvemos a la realidad. Subimos al nivel de la calle y caminamos unos cuantos metros hacia el mar. Allí nos espera el Museo-Refugio de la Guerra Civil. Y allí empieza nuestra actividad guiada del día: La magia de los Cuentos.
 


Nos adentramos en el refugio para descubrir los cuentos de siempre mediante las pistas que sus personajes han dejado por los rincones.



Los pequeños disfrutan guiados por Maria. Todos quieren contar esa parte del cuento que más les gusta.


Una manzana.. es muy fácil!.. Un ladrillo y paja, ¡Los Tres Cerditos!!


Un garfio olvidado sobre un pupitre... tic, tac, tic, tac...

Los mayores nos reímos con sus ocurrencias y a la vez, descubrimos esa historia que hay más allá de los objetos que los niños contemplan.



  
 
Ha sido una experiencia cautivadora. ¡¡El tiempo ha pasado volando!! Hemos hecho buenos amigos y nos hemos divertido mucho. Queremos volver!!
 
 
Pero mientras, recordad: 
 
Volvemos a salir a la calle. Ya es mediodía, queda tiempo para una última visita: subiremos al castillo de Quart Hadast!... pero no lo haremos como los antiguos, lo haremos rápidamente utilizando el moderno elevador que está en la misma puerta del museo.

 
Al llegar arriba, encontramos una replaceta con la linterna. El antiguo faro que señalizaba el camino hacia tierra firme.
 
¿Quién es ese señor?... pues en la inscripción dice...

Dentro del castillo podrás encontrar una interesante exposición interactiva sobre la fundación de la ciudad y el valor estratégico que siempre ha tenido en el Mediterráneo. Si tienes tiempo, merece que la veas, si vas con niños quizá te interese escoger alguno de los vídeos y subir a la terraza superior a admirar las vistas de la ciudad y el puerto. Es ahí donde podrás apreciar mejor cómo fue la batalla de la conquista por parte de los romanos.

 

Ya es hora de reponer fuerzas. Nos lo habíamos merecido. Y qué mejor que un arroz de mariscos recién traídos del mar que tenemos justo delante. En el mismo muelle de pescadores, Buenísimo!!

 
 Ahora teníamos que volver al coche. Paseando por la cuesta del Batel, admiramos la muralla, el C-101 de la Patrulla Águila que hay enclavado allí pareciendo que despegua sobre nuestras cabezas; encontramos un parque irresistible para los peques que quieren "jugarlo" un ratito... El sol dorado sigue calentándonos las espaldas.
 
Volveremos.
 

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Quiero agradecer a Puerto de Culturas su amabilidad al permitirme realizar y publicar fotografías durante la actividad familiar en el Museo-Refugio, así como el utilizar informaciones gráficas propias para documentar esta entrada.
Y un agradecimiento especial a los guías del  museo y del Castillo de la Concepción, que nos han atendido con total diligencia y simpatía durante todo momento, con especial atención a los niños que participaban en la actividad.

Montse Martí.